Espero que os gusten y os sean de alguna utilidad.
En esta ocasión os venimos a hablar de Equiliblocs, un juego que muchos conoceréis como la Jenga o la Torre .
Opinión e ideas de la profe Gloan
Como bien dice la Sra Jumbo, me gusta aprovechar al máximo cada cosa y sacar siempre su parte pedagógica, porque, aunque es cierto que los juegos son para divertirse, nunca está de más aprender algo mientras lo pasamos bien ¿o no?
Por eso me gustó tanto este juguete.
El primer punto a favor es que es de madera y tengo predilección por los juegos hechos con este material. Nos aseguramos de que sea un juguete que pueda ser utilizado por niños de cualquier edad, que sea resistente y sobre todo que sea duradero.
Otro de los puntos que más me gustan de este juguete es que es un juego sin edad, intergeneracional, de 0 a 1000000 años
Tan pronto puedes ver a un peque de escasos meses apilando los bloques a modo de construcción, como a un grupo de jóvenes y no tan jóvenes echando una partida y disfrutando un montón de las normas del juego.
Yo misma aprendí a jugar hace unos años y me encantó la dinámica.
Volviendo a mi “yo maestra” os propongo una serie de ideas para jugar aprendiendo con este fantástico producto:
- Puede servir para aprender los colores. Como es un juguete policromático, se puede aprovechar para que los más pequeños empiecen a diferenciar los diferentes tonos de color. Por ejemplo, se les puede proponer que vayan colocándolos en grupos dependiendo del color de cada ficha. Aprenderán primero los colores primarios, y más tarde podemos usarlos para explicarles la procedencia de los colores secundarios. “Si juntamos el color azul y el color amarillo… obtendremos el color… ¿?”.
- Además de enseñarles a diferenciar los colores, podemos echar mano de nuestros conocimientos idiomáticos e ir introduciendo poco a poco los mismos colores en el idioma que queramos. Inglés, francés, alemán… Nunca es demasiado pronto para empezar a familiarizarnos con otro idioma, y esta puede ser una forma muy divertida de aprender.
- Es un buen elemento también para enseñarles a contar. Colocando un montón de piezas en la superficie de trabajo, iremos diciendo los números hasta el que queramos que aprendan. Del 1 al 10 puede ser genial para empezar. Los niños irán añadiendo piezas a medida que vaya subiendo la escala numérica.
- También podemos introducir operaciones matemáticas simples, como por ejemplo la suma o la resta de una forma muy visual, que siempre suele quedarles mucho mejor en la cabeza a los pequeños. Por ejemplo colocamos dos piezas naranjas encima de la superficie de trabajo, contamos el número que hay y le pedimos al peque que lo haga con nosotros “¿Cuántas piezas hay aquí? una, y otra. Una y… ¿? DOS!!! MUY BIEN!!!”. “Si ahora le SUMAMOS una pieza más, ¿Cuántas tendremos? Una, dos y ¿?¿?¿? TRES!!! MUUUUUY BIEEEEEN”. Y así podemos hacer infinidad de combinaciones, dependiendo un poco de la edad y la capacidad de cada peque. Del mismo modo podemos proceder a enseñarles la resta, en lugar de añadir piezas iremos quitando para que disminuya el número que veamos en la superficie de trabajo.
Estas son solo unas pocas ideas de las muchas que pueden surgir con un poco de imaginación y un juego de este tipo.
Usamos las fichas como método de construcción, haciendo paredes de casas y granjas, carreteras y torres altas.
También las usamos como dominó. Yo las pongo y el las tira, somos un equipo.
Hace poco vi una idea que me encantó. En una mesa de bodas, había varias jengas o Equiliblocs y rotuladores. Pedían a los invitados que escribiesen una frase para los novios en cada pieza y que fuesen “construyendo su amistad”.
PD: Cuando los niños duermen y los papis están reunidos con amigos y unas copichuelas… también es la mar de divertido sacar la jenga! Eso si, acabareis haciendo mas ruido que los niños.
Artículo de la página: "Refugio de crianza".
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