LA ENSEÑANZA QUE DEJA HUELLA NO ES LA QUE SE HACE DE CABEZA A CABEZA, SINO DE CORAZÓN A CORAZÓN.

Howard G. Hendricks.

sábado, 24 de marzo de 2018

SESIÓN DE MINDFULNESS: RESPIRACIÓN CONSCIENTE

Hoy vamos a trabajar la respiración consciente.

En nuestra vida diaria, respiramos, pero olvidamos que estamos respirando. El fundamento de toda práctica de la plena consciencia es llevar nuestra atención a nuestra inspiración y espira­ción. A esto se le llama plena consciencia de la respiración, o respiración consciente. Es muy simple, pero el efecto puede ser muy grande. En nuestra vida diaria, aunque nuestro cuerpo está en un lugar, nuestra mente está con frecuencia en otro. Poner atención a nuestra inspiración y espira­ción devuelve nuestra mente a nuestro cuerpo. Y de pronto estamos ahí, totalmente presentes en el aquí y ahora.
La respiración consciente es como beber un vaso de agua fría. Conforme inspiramos, sentimos verdaderamente el aire llenando nuestros pulmones. No necesitamos controlar nuestra respira­ción. Sentimos la respiración tal como es. Puede ser larga o corta, profunda o superficial. A la luz de nuestra consciencia, la respiración se irá haciendo de forma natural más lenta y más profunda. La respiración consciente es la clave para unir cuerpo y mente y traer la energía de la plena consciencia a cada momento de nuestra vida.
Al margen de nuestro estado anímico (nuestros pensamientos, emociones, y percepciones) nuestra respiración está siempre con nosotros como un fiel amigo. Cuando nos sentimos arras­trados, sumidos en una profunda emoción, o atrapados en los pensamientos sobre el pasado o el futuro, podemos volver a nuestra respiración para recoger y anclar nuestra mente.
Por ello es muy importante empezar a practicarlo cuanto antes. A los peques les viene de maravilla y enseguida aprenden a ponerlo en práctica. 
Hoy hemos practicado la respiración consciente con un juguete en forma de bola que se hace grande y pequeño. 
Les he explicado que es como nuestros pulmones, cuando se llena de aire, se hincha y se hace grande. Cuando echamos el aire fuera, se encoje y se vuelve pequeño. 
Esta pelota, tiene que seguir el mismo ritmo que nuestra respiración y así visualizaremos el movimiento de nuestros pulmones. 
Les hice una muestra y enseguida entendieron la dinámica. 
Vamos a realizar dos respiraciones cada uno, mientras respiramos, tenemos que abrir y cerrar la bola al ritmo de nuestra respiración, siendo conscientes del movimiento de la bola y de nuestra respiración 

Les ha encantado y les ha llamado un montón la atención, el movimiento de la bola, porque lo han hecho fenomenal. Han seguido perfectamente la respiración y han sido totalmente conscientes de ello. 


























Cada vez aprendemos y disfrutamos mucho más de nuestras sesiones de Mindfulness... 

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