LA ENSEÑANZA QUE DEJA HUELLA NO ES LA QUE SE HACE DE CABEZA A CABEZA, SINO DE CORAZÓN A CORAZÓN.

Howard G. Hendricks.

martes, 8 de noviembre de 2016

EL MONSTRUO DE COLORES

"El Monstruo de Colores no sabe qué le pasa. Se ha hecho un lío con las emociones y ahora le toca deshacer el embrollo. Una historia sencilla y divertida, que introducirá a pequeños y a mayores en el fascinante lenguaje de las emociones".




Llevo un montón de tiempo queriendo hacer éste proyecto. Es un libro que me encanta y que voy a trabajar con él las emociones durante todo el curso. 

Creo que es bastante evidente que la educación emocional está en auge en los últimos tiempos. Cada vez somos más conscientes de la importancia de trabajar este aspecto desde bien pequeñitos. Antes, no sólo no existía la educación emocional, sino que muchas veces se reprimían las emociones: los niños no lloran (y los hombres todavía menos), las niñas sí pueden (en las mujeres la tristeza está mejor vista, ellas son así) pero han de reprimir la rabia (que es más aceptada socialmente en los hombres), no hay que enfadarse, no hay que tener miedo... ¿Y por qué había que reprimir las emociones? ¿Acaso hay emociones buenas y emociones malas? Hoy sabemos que no es así, que todas las emociones son necesarias, y la reacción a diferentes estímulos. Hoy sabemos que si reprimimos las emociones, si no sabemos identificarlas y expresarlas, si las evitamos, sólo vamos a conseguir generar malestar e incluso intensificarlas (la tristeza se puede convertir en depresión, el miedo en ansiedad...). Hoy invitamos a los niños a hablar de cómo se sienten, de sus reacciones, les animamos a contar sus miedos para superarlos, les abrazamos si están tristes y les escuchamos.


Nunca hay que menospreciar las emociones de los niños, aunque sus miedos nos parezcan absurdos, aunque pensemos que no tienen motivos para estar tristes (¡uy, pues todo sea eso! ¡ya verás cuando seas mayor!), aunque no entendamos por qué se han enfadado. Son sus sentimientos, lo que para ellos es importante en ese momento. Hay que escucharles y acompañarles en el fascinante mundo emocional, porque si no lo hacen desde que son niños, les resultará más complicado cuando sean adultos.

El cuento me parece un excelente punto de partida para profundizar en el terreno emocional. Me parece una herramienta más, pero bajo mi punto de vista sólo es la casilla de inicio. A partir del cuento, el trabajo emocional lo tiene que realizar cada uno, en función de las características de sus hijos o alumnos, teniendo en cuenta, por supuesto, sus experiencias previas.

En nuestro caso no partimos de cero. Llevamos varios meses trabajando con las emociones y mis alumnos ya están familiarizados con ellas. Lo que creo que les va a encantar es el tema del monstruo, porque es muy gracioso. También está genial lo de asociar un color a cada emoción, sobre todo porque el cuento trata las emociones básicas.



Aquí os dejo tres recursos que nos facilita la propia editorial. Sólo tenéis que hacer click en cada enlace o sobre cada fotografía para acceder a él.

Recurso 1Bote de cristal con emociones. Los niños colocan lanas de 5 colores diferentes en cada bote según la emoción que sea. Si no tenemos lanas podemos hacerlo con bolitas de plastilina o bolitas de papel de seda de colores.




Recurso 2Fotocopias emociones. Una vez leído el cuento y explicada cada emoción, podemos fotocopiar estas plantillas para que los niños coloreen el monstruo del color que creen que se siente. Si queremos ampliar los dibujos de este recurso, podemos comprar el cuento coloreable de la misma editorial.






Recurso 3Fotocopias neutras. Una vez leído el cuento y explicada cada emoción, podemos fotocopiar estas plantillas más neutras donde lo que siente el monstruo no es evidente. Con ellas el niño tiende a proyectar más la emoción propia que él está sintiendo o que de algún modo le ha llamado más la atención.




Este último recurso me gusta especialmente, porque creo que da lugar tanto a la creatividad de los niños como a la expresión de su propio mundo emocional.

(Una idea sacada de:http://www.auladeelena.com/2015/02/cuento-el-monstruo-de-colores.html)








A la entrada del recreo, nos hemos encontrado la maleta de los cuentos en la alfombra. Pero hoy estaba muy llena, casi no podía cerrarse.
¿Qué nos encontraremos dentro?
¡Cuanta expectación!!

Después de estar todos sentado y cumplir las normas de la alfombra, estábamos preparados para abrir la misteriosa caja de los cuentos...



Nos hemos encontrado: un pequeño monstruo de color verde, pero que casi no se le veía, porque estaba todo liado con un montón de lanas de colores. Como necesitábamos saber qué le ha pasado al monstruo hemos decidido leer el cuento y estar bien atentos...

Una vez que hemos escuchado el cuento y ya sabemos lo que le ha pasado al monstruo, hemos decidido ayudarle con sus emociones. 
Poco a poco, entre todos, hemos desenredado sus emociones y hemos metido cada emoción en un bote. 
Así, ya tenemos todas sus emociones separadas y clasificadas. 


















Ahora ya tenemos a nuestro monstruo de la calma relajado, tranquilo y le vamos a guardar en nuestro RINCÓN DE LA CALMA, para cuando nos haga falta relajarnos y tranquilizarnos. 
Para empezar, hoy ya nos hemos relajado abrazando a nuestro monstruo libre de enredos.
¡¡¡Nos ha encantado su abrazo de monstruo!!!
















¡¡Ya podemos comenzar nuestro proyecto de las EMOCIONES con nuestro MONSTRUO DE COLORES!!











2 comentarios:

  1. ¡¡¡¡EL MONSTRUO DE LOS COLORES!!!! me encanta y la idea del peluche con los hilos genial. ¡¡enhorabuena Vane!!!!

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  2. ¡¡¡Gracias Patri!!! con comentarios así da gusto abrir el blog...

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