Cuando los padres educan a sus hijos buscan la manera de establecer límites y normas de conducta para que los niños aprendan a comportarse. Lo que guía estos límites y las normas de comportamiento de los niños es cómo los padres resuelven las situaciones cotidianas. Es decir, consintiendo y prohibiendo las conductas de los pequeños.
El comportamiento de los hijos será consecuencia directa de las respuestas que vayan dando los padres ante las diferentes conductas de los pequeños y es lo que hará que aprendan a moverse por el mundo.
Prohibir todo a los niños es un error en la educación
Hay situaciones en las que es objetivamente necesaria la intervención de los adultos y prohibir conductas en los niños porque existe un peligro real. Pero, muchas veces los adultos impiden esos comportamientos empujados sus propios miedos.
5 cosas que no debemos prohibir a los hijos
Prohibir muchas conductas en los niños hace que puedan llegar a caer en una sobreprotección, impidiéndoles explorar y conocer cómo funciona el mundo en el que se mueven. Les dotamos de inseguridades y miedos. Muchas veces el adulto lo hace movido por sus propios miedos, y otras porque en la sociedad que vivimos hoy en día no tienen el tiempo suficiente para prestarles la atención necesaria a los niños para que puedan investigar el entorno a su ritmo. Por eso, hay comportamientos en los que los adultos debieran tener más paciencia y no prohibir de inmediato. Como por ejemplo:
- Correr, saltar, gritar. Es la manera que tienen los niños pequeños de expresar sus emociones y de relajarse. Es necesario que se eduque pero no prohibirlo. Los padres deben tomar conciencia de esto, ser pacientes y poner normas y límites en los que el niño pueda moverse y expresarse libremente
- Trepar. Los niños tienen mucha energía y desprenden muchas ganas de conocer todo lo que les rodea. Cuando un niño se sube a lo alto de un columpio, los padres no deben prohibirlo, es mejor que dediquen sus esfuerzos a enseñarle a subir y bajar bien y aprenda hacerlo.
- Dibujar. Con la excusa de que lo va a ensuciar todo no se le deja ni pintar, ni dibujar al niño, y en consecuencia se le coarta la creatividad. Con ello, deja de desarrollar su imaginación y se le limita la salida de sus emociones de manera correcta.
- Comer solos. A causa del poco tiempo que tienen los adultos en la sociedad de hoy en día es más fácil y más limpio dar de comer a los niños. Al hacerlo, le quitan al niño la oportunidad de aprender e ir cogiendo confianza en sus capacidades. El niño necesita sentirse útil.
- Dar su opinión. El niño tiene sus propios pensamientos y deseos. Necesitan tener un espacio donde expresarlo, de igual a igual. Por eso, es importante que no se reprima lo que tiene que decir con expresiones como. “yo sé lo que necesitas ahora, tu eres muy pequeño para entenderlo.”
Me gusta
ResponderEliminarGracias Bea!!!
ResponderEliminar